FINAL PARA UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE

Imprimir

El equipo argentino que integró Henry Martin pudo completar la carrera mítica en Alemania. Los nacionales completaron 105 vueltas al Infierno Verde y se ubicaron en la 6° colocación de la clase V5 con el BMW Z4.

 


Nelson Moyano | PRENSA HENRY MARTIN

Henry Martin anotó una gesta más a su rica carrera deportiva, que ya cuenta más de 38 temporadas ininterrumpidas de actividad en el automovilismo. Hoy completó una de las proezas que todo piloto profesional desea tener en su anecdotario, las “24 horas de Nürburgring”. El sanjuanino tuvo la responsabilidad de largar y de recibir la bandera a cuadros de esta exigente competencia. Finalmente llegaron en la 6° posición de la divisional V5 y 92° en el ordenador general.

La prueba fue complicada desde el inicio por el clima, un factor que condicionó durante todo el fin de semana. Henry abrió la carrera y su primer turno de manejo con piso seco fue impecable. Largó desde el 6° puesto y entrego el BMW tres lugares más adelante. Sin embargo, en el segundo stint se subió Jorge Cersosimo y la lluvia lo sorprendió en medio del Infierno Verde. Con gomas lisas fue muy difícil mantenerse en pista y terminó impactando con un guardrail. El auto llegó al box con la suspensión trasera derecha muy dañada y el equipo tardó más de dos horas en reemplazar todos los elementos rotos.

A partir de ese inconveniente, y del tiempo perdido, Martin, Salerno, Cersosimo y Chawhan salieron a presionar durante las últimas horas de luz, pero en medio de la noche levantaron el ritmo para no cometer nuevos errores que le costarían quizás un abandono.

Recién con la llegada del amanecer volvieron a apurar, pero el auto ya estaba muy desgastado y no pudieron seguir recuperando terreno. Así transcurrieron las últimas horas de competencia. Henry tuvo la responsabilidad de cerrar la prueba y recibió la bandera a cuadros tras 105 vueltas al Infierno Verde. Los ganadores de la divisional V5 fueron los locales Büllesbach, Schettler, Hilgert y Gusenbauer con un BMW Z4 3.0.

“Me llevo una experiencia inolvidable de esta gran carrera. Más allá del resultado, lo más importante son las vivencias de estos días. La carrera es una exigencia terrible, donde gana el que menos errores comete. Pasar la noche es muy difícil, porque en el medio del bosque no tenes más referencias que los pianos, con autos que te pasan con más de 90 km/h de diferencia. Eso te estresa mucho. Nuestra carrera tuvo un solo problema, el golpe de Cersosimo, que nos condicionó para el resto del día. Hay que destacar que el equipo funcionó muy bien y ya me queda la espina de una segunda participación el año que viene” resumió Henry.


Imprimir E-mail